La meliponicultura se refiere a la cría y manejo de abejas sin aguijón nativas del continente Americano. Antes de la llegada de los conquistadores estás eran las abejas existentes en la región de las cuales los indígenas obtenían miel como alimento y remedio y cera para impermeabilizar utensilios y fabricación de orfebrería. Existen muchas especies de abejas sinn aguijón que según los científicos y estudiosos, puede estar alrededor de las 500 para América tropical. No todas las especies son de interés para la cría y manejo, se buscan aquellas especies que desarrollen colonias populosas y almacenen cantidades apreciables de miel y producción de cera. La capacidad de producción no se compara con las abejas (Apis mellifera) del apicultor, abejas europeas o africanizadas, pero el valor de su miel puede ser de cinco a seis veces mayor y la inversión en equipos de manejo en mucho menor. A lo largo de Centroamérica y Suramérica muchas comunidades en le área tropical utilizan estos insectos no sólo por la obtención de miel y cera de altísima calidad, si no por la capacidad que tienen en la polinización de cultivos, bosques y el monitoreo ambiental. Estas abejas se distribuyen desde Mexico hasta el norte de la Argentina, derivan su nombre de meliponinas ya que se clasifican taxonómicamente dentro de la tribu Meliponini de la familia Apoidea y el orden Hymenoptera. Son el único grupo de abejas nativas o indígenas de América que tiene comportamiento social, con colonias numerosas y permanentes que se reproducen por medio de enjambres y que tiene diferenciación de castas (reina, obreras y zánganos), y una comunicación muy desarrollada entre la población de la colonia.
Las abejas sin aguijón o meliponinas hacen sus nidos en cavidades que encuentran disponibles y adecuadas para sus necesidades pudiéndose trata de aberturas en árboles, muros, nidos abandonados o vivos o de otros insectos e incluso de otras abejas, también ser observan en ciertas especias nidos construidos a libre exposición o intemperie. Una de las características especiales de estas abejas en la forma en la que construyen la entrada a sus colonias convirtiéndose esta en una primera clave para su identificación. Las formas pueden ser muy variadas y diversas encontrándose desde tubo de largo a cortos hasta pequeños orificios por donde solo cabe una abeja. La meliponicultura es una actividad económicamente viable, sencilla, de fácil implementación y muy adaptable a sistemas de producción campesina.
En América encontramos muchos ejemplos y modelos exitosos ya que las abejas sin aguijón han formado parte de la cultura de la comunidades rurales, los ejemplos mas relevantes están localizados en Mexixoco, Cuba, Brasil, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua; en Colombia el tema es aun incipiente a pesar de muchas investigaciones que se han dado por parte de La Universidad Nacional con sede en Bogotá . La meliponicultura es una actividad que está tomando un nuevo aire. Hoy en día el conocimiento es mucho más avanzado sobre la biología, cría, tecnología y manejo, gracias al aporte de los meliponicultores, investigadores de varias universidades y los medios de comunicación que agilizan el intercambio de conocimiento y el empleo de nuevas técnicas.
La miel de las abejas sin aguijón es consumida por sus propiedades medicinales y como endulzante. Las abejas son fundamentales para la preservación del medio ambiente y las especies vegetales por su capacidad de polinizar. Deben ser criadas en forma técnica para su conservación y producción comercial de miel. En muchos casos las abejas nativas son poco conocidas como el caso de las abejas angelitas (Tetragonisca angustula) que son muy buenas productoras de miel utilizada como remedio oftalmológico o como endulzante. Otra de las especies comunes es la boca de sapo o sapita (Melipona ebúrnea) muy conocida por los campesinos en el magdalena medio antioqueño, es productora de miel que alcanza altos precios en el mercado.
Las meliponinas pueden ser manejadas por niños, mujeres, hombres en edad productiva y ancianos. Son insectos productivos que no representan ningún peligro para su manejo por lo tanto pueden estar localizadas en los alrededores de las casas y no requieren amplios espacios para su manejo.
Estas comunidades al igual que mucha otras en el país, han adolecido de proyectos que les permitan generar recursos económicos y en los cuales sean autogestores y participes de los mismos. El proyecto de meliponicultura les permitirá mantener y aumentar el número de colonias sin afectar los recursos naturales y sin aumentar sus costos de producción, es una alternativa con la que han convivido muchos años y que no es extraña a ellos, solo falta darles la formación técnica para que hagan un manejo racional que les permita un manejo óptimo y tengan una visión muy clara de lo que puede representar este reglón para el desarrollo de sus veredas.